Publicado por: sebavidal
Sep 8, 2022
Año : 2021
Director : Scott Derrickson
Imdb : 7
Terror
Estamos en una época sin el conjuro y su multiverso de monstruos, en un cine de terror que trata con todas sus fuerzas de huir de jumpscare y parecer más profundo e intelectual, lo que en ocasiones termina “creando” películas confusas, donde la audiencia debe inventar un cierre / desenlace e imaginar finales que completan una historia más extraña que inteligente y que se observan como “de culto” por el simple hecho de ser raras e incomprendidas (a la fuerza).
En contraste a este tipo de films que buscan la intelectualidad basada en lo complejo y en lo casi absurdo, tenemos muchas películas que son apuntadas por el dedo por su simpleza, pero que resultan altamente entretenidos por lo mismo. No siempre buscamos el terror por lo denso de la historia o el trasfondo psicológico de sus personajes (a veces sí, pero no siempre), en muchas ocasiones el cine de terror es abordado para entretenernos ( de ahí el éxito de los slasher). En este grupo esta Blackphone, una historia simple, lineal y sin muchas vueltas, que se arriesga a caer en la misma cesta de Stranger Things al poner niños en el protagónico, pero que se acerca más a It por el correcto uso de los niños y la interacción que el mundo que nos rodea.
The Black Phone
Estamos en 1978 y un par de historias paralelas avanzan hacia un inminente choque. Por un lado tenemos a un secuestrador conocido como “The Grabber” que recorre las calles de Denver raptando niños y por otro tenemos al joven Finney (Mason Thames), quien vive junto a su pequeña (pero valiente) hermana Gwen y su abusivo padre. El director Scott Derrickson hace un trabajo genial, ya que sin decirnos mucho nos presenta a los personajes de manera que conectamos con ellos rápidamente y, a pesar de lo predecible de la primera mitad del film, nos genera un motivo de esperanza, de que ni Finney ni su hermana caerán en manos de The Grabber. Lo que sabemos, es inevitable.
El Teléfono
Cuando The Grabber rapta a Finney nuestro mundo se reduce hacia la habitación donde lo dejan. Un lugar de dimensiones cambiantes donde la parte más etérea de la película ocurre. Sin escatimar en efectos y sustos se nos van develando varios misterios y el teléfono, que a simple vista no tiene nada de sobrenatural, se convierte en un artículo digno del museo de los Warren, que haras las veces de puerta entre nuestro mundo y el más allá.
Never Talk to Strangers
El ritmo de la película es muy bueno, ligero, sin grandes vueltas, pero sin caer en creer que la audiencia es tonta. Explica lo justo y necesario para continuar la trama y nos deja a nosotros la labor de mirar los detalles. Hay un balance apropiado entre lo fantasmal y lo “humano”, se mueve constantemente entre los monstruos reales y lo que está más allá de nuestro plano.
The Grabber and Finn are in the room
The phone sound: “Ring Ring”
The Grabber: “The creepiest damn thing…”
Debo señalar que el último tercio cae en el cliché de la policía ineficiente y de una manera bastante excesiva, hay ciertas partes que resultan absurdas y otras un poco incomprensibles. El desenlace en sí me gusto mucho, hay una secuencia que va más lento de lo normal, la que permite ir teorizando mientras avanza, para terminar por revelar lo que realmente ocurre y dejarnos con una sensación, en mi caso, mucho mejor de la que esperaba.
Es una buena película, simple y entretenida, con buenos sustos, un par de jumpscares que no molestan y un elenco increíble. Ambos niños y el Grubber son geniales. Lo único malo es que uno se queda con ganas de saber más del villano, muy bien Ethan Hawke.
DATO EXTRA Las mascaras son geniales, las hizo Tom Savini.