
Publicado por: sebavidal
Aug 2, 2020
Año : 2018
Director : Cory Finley
Presupuesto : 5.4 millones USD
Guion : Cory Finley
Imdb : 6.7
Purasangre
Han pasado muchos años desde que Lily (Anya Taylor-Joy) y Amanda (Olivia Cooke) se distanciaron y ahora la vida las vuelve a reunir, dos amigas de infancia que por diversos motivos crecieron y cambiaron de acuerdo a como fueron educadas, se han juntado otra vez, una como tutora de la otra, pareciendo haber olvidado el pasado que las unía.
Empatía y Apatía
Lily es amable, se viste bien y trata de destacar en todo, incluso busca ayudar a Amanda siendo una especie de maestra particular para ella. Amanda en cambio es incapaz de sentir cualquier cosa y todas sus emociones son una actuación que perfeccionó a través de los años, por lo tanto ambas llevan vidas complejas y de mentira, una por querer aparentar que todo es perfecto y la otra por esforzarse en hacer en creer a todos que ella está bien, a pesar de que su madre esta enferma de cáncer. Si bien los motivos por los que se vuelven a reunir son completamente opuestos, al poco andar de la película se desvela el movil que las unirá en la mayor parte de la historia, ya que ambas confabularon para que una de ellas sea libre y feliz, ignorando por completo lo que pueda ocurrir a la otra y, por supuesto, sin escatimar costos ni consecuencias.
Thoroughbreds o Purasangre es una cinta con mucho humor negro y que nos muestra cómo vive la alta sociedad, como creen controlar todo y lo desgraciadas que son sus existencias al carecer de cosas auténticas y transparentes. La película deja en claro que tanto el premio y como el castigo dependen de cada persona y que el precio a veces es algo que no importa, ya que muchas veces el fin justifica los medios. La psicopatía y la unión de dos mentes dañadas crean una película fresca donde destacan las actuaciones de ambas protagonistas dejando muy en claro que una historia de adolescentes que ven películas no tiene por que ser banal y simplona :)
Yelchin
Una buena actuación (de las últimas) de Anton Yelchin, que resulta ser el ingrediente más aterrizado dentro del macabro plan de las jóvenes y el aporte más “normal” a una receta que vista desde lejos podría ser la perfecta trama para una cinta de terror sicológico.
Somos lo que hacemos, aunque nadie más lo sepa.